ORIGEN.
Nuestro brandy nace en El Puerto de Santa María, Cádiz, en el marco de Jerez. Nuestras bodegas están ubicadas en el corazón de la comunidad, un lugar verdaderamente mágico. El área geográfica forma un microclima regulado por las aguas circundantes; el Océano Atlántico, los ríos Guadalete y Guadalquivir, así como los vientos predominantes del Levante y Westeros. Estas condiciones climáticas desempeñan un papel clave en la producción y el envejecimiento de brandy en la región de Jerez.
La producción de Carlos I comienza con la cuidadosa selección de las mejores uvas a partir de las cuales se producen los vinos a destilar. La destilación se realiza artesanalmente, de forma discontinua, en huevos de cobre con una capacidad de 5000 litros y en alquitas de 2500 litros, todos los cuales se pueden encontrar en nuestra propia destilería. El hecho de que estén hechos de cobre significa un proceso más lento con un menor rendimiento en la destilación. Esta destilación discontinua incluye la separación de fracciones de destilado de menor calidad, conocidas como cabezas y colas, y la extracción de solo la parte central de la destilación, el corazón, llamado Holanda, que es el componente de la más alta calidad y será la base de Carlos I.
Solo así obtenemos el destilado más valioso, fino y delicado: a través de la extracción de los holandeses más exquisitos y con la fragancia perfecta para rociar las criaderas y envejecer lentamente el brandy en nuestras botas de roble americano.